PETER CETERA ENAMORÓ AL DISTRITO FEDERAL
Por Francisco Zamudio
Fotos: Cortesía World Trade Center
Con un puñado de clásicos y una bonhomía que iluminó el World Trade Center y sus alrededores; el cantautor estadounidense Peter Cetera, embelesó el pasado jueves 12 de febrero, a los 2500 aficionados que se reunieron una vez más en torno a su legado sónico, en la Ciudad de México.
Tras aquella visita al viejo Auditorio Nacional en 1975 con su ex banda Chicago, más una a mediados de los 80 al tristemente célebre programa televisivo Siempre en Domingo (donde lo obligaron a hacer playback, según confesó él mismo en el transcurso de la noche); la tercera vez que Peter Cetera cantó para el público mexicano será la más recordada, la que más disfrutaron sus fans y los hijos de estos, no sólo por las canciones que cantó, sino por su misma interpretación.
Y es que Peter Paul Cetera, próximo a cumplir 71 años de edad, todavía posee gran parte de esa aguda voz que lo ha caracterizado durante toda su carrera. A lo largo de casi dos horas de concierto, sólo un par de veces se escuchó que la garganta le temblaba y en sólo de estas, se escuchó fehacientemente cómo bajó su tono para poder cumplir con las exigencias de la canción.
SILBIDOS POR APLAUSOS
A las 21:20 horas, los impacientes silbidos que segundos antes comenzaban a inundar el aire al interior del World Trade Center, fueron sustituidos por golpes de palmas, al momento en que las luces del lugar dejaron de latir, para darle paso a una flotilla de sombras que lo cubrieron todo, salvo la tenue iluminación del escenario.
Todavía pasaron alrededor de tres minutos, para que los siete ejecutantes que lo arroparon musicalmente durante la velada, salieran a ocupar sus estratégicos lugares y arrancaran con las primeras notas de “Restless heart”, un Número Uno extraído de su disco World Falling Down, editado en 1992.
Elegantemente bien vestido, con traje negro, camisa blanca y un pañuelo del mismo tono, finalmente Peter Cetera apareció sobre el entablado, con una guitarra acústica entre sus manos. Por supuesto que los gritos y vítores no se hicieron esperar en el desarrollo de la canción, la cual fue coreada por muchos.
¡Buenas noches, Mexico City! Gritó Cetera al término de dicho tema, para dedicarle la siguiente interpretación, “Apple of your daddy’s eye” a “los padres y a sus hijas”. En el transcurso de la misma, se notaron algunos problemas con su sistema de audio, ya que volteó un par de veces a pedirle al ingeniero de sala que “le bajara” a su monitor inalámbrico.
A la mitad de la canción, en un interludio musical, de plano fue a reprender a su equipo hasta la consola. Todavía les ordenó que le subieran el volumen al instrumento de su guitarrista y de ahí hasta el final, conforme con lo que escuchaba, no volvió a increpar a sus técnicos.
“Muchas gracias”, dijo en español. “Hace muchos años que vine aquí, muchos de ustedes ni nacían”, comentó señalando hacia el auditorio, seguramente a alguno de los varios jóvenes y jovencitas que acudieron como acompañantes de sus padres o por ellos mismos, con ganas de disfrutar de la magia de la música, sin importarles las varias décadas de distancia que los separan del cantante.
En este aspecto, pudimos ver a Luca Ortega, baterista de San Pascualito Rey, así como al nuevo baterista de Tex Tex entre la concurrencia.
Cetera anunció que iban a interpretar algunas melodías de Chicago, lo cual provocó una ola de estruendosos gritos por parte de la audiencia y también agradeció el recibimiento de la gente: “Si se saben la letra, cántenla, son libres… Esta es la canción del Karate Kid”, anunció antes arrancar el siguiente clásico.
“Glory of love”, otro de sus Número Uno, este de 1986, extraído de su álbum Solitude/Solitaire que se hiciera famoso a nivel mundial precisamente por haber formado parte de la música en la cinta Karate Kid II, protagonizada por Ralph Macchio y Pat Morita; inundó todos los rincones del lugar junto con un coro monumental. Sin duda, uno de los momentos climáticos del show. Aunque todavía faltaban más.
Otro de ellos apareció después de “One good woman”, que también llegó a lo más alto de las listas en Estados Unidos (en la categoría de “Adulto contemporáneo” en 1988) y lo hizo a través de la siguiente canción.
SU HISTORIA CON CHER Y CON RAÚL VELASCO
“Hace un tiempo, tuve la oportunidad de grabar unos dúos con algunas mujeres muy guapas”, indicó para crear un contexto a su siguiente interpretación: “Una de ellas fue Cher, ¿la conocen?”, preguntó, sólo para responder: “Sí, yo también grité así cuando la conocí”, a una manifestación estentórea que llegó desde las primeras filas. “Entonces, ¡Démosle la bienvenida a Tania, desde Nashville, Tennessee!”
Su corista apareció entonces en primer plano para interpretar junto a él “After all”, canción aparecida hacia 1989 en el álbum Heart Of Stone de la diva estadounidense, que fue usada además en la película Chances Are y también lideró las listas de la categoría “Adulto contemporáneo” de su época.
Si bien es cierto que, contrario a la publicidad que se le hizo previa a su visita al Distrito Federal, no era la primera vez que Peter Cetera se presentaba en México, quien esto escribe desconocía por completo lo referente a su segunda visita, en 1986, al infausto show televisivo Siempre En Domingo.
“Vine a México a Siempre En Domingo, ¿lo recuerdan?” y prosiguió con la anécdota: “’Glory of love’ era un gran éxito y la canté ahí. Raúl Velasco me recomendó que no hablara en inglés en ningún momento, pero mi español es muy malo, voy a aprender”, señaló el ex bajista, quien reveló que aquella vez lo obligaron a hacer “lipsync”, mejor conocido en México como “playback”.
“Pero esta noche, Peter Cetera no hará lipsync”, prometió para darle paso a “Stay the night”, una de sus composiciones más celebradas de su etapa en Chicago, la cual fue muy celebrada, sobre todo por quienes crecieron con él y, en el fondo, abrigan la esperanza de que “La banda de los metales” vuelva a contarlo entre sus filas, una vez más.
Lo anterior sin embargo, es algo que se antoja lejano, ya que en el 2012 el mismo Cetera afirmó que, “aunque nunca hay que decir nunca, no quiero trabajar tan duro”, a la oferta hecha por Robert Lamm, de abrir algún concierto de Chicago y después subirse a cantar con ellos algunas canciones.
Con todo y que fueron visibles ciertos estragos que la presión atmosférica de la ciudad de México hizo en su persona, el cantante continuó regalándole a su audiencia anécdotas del pasado.
Se refirió entonces a una película llamada Summer Lovers (Un Amor De Verano. 1982. Estelarizada por Peter Gallagher, Daryl Hannah y Valérie Quennessen), a la cual acudió a la premiere en Los Ángeles. Contó cómo, en el momento más álgido del filme, apareció la canción que iba a cantar a continuación, eclipsada por un ensordecedor ruido de motocicleta.
“No tenemos la motocicleta, pero vamos a cantar la siguiente canción para ustedes”, explicó sonriente para introducir el siguiente clásico: “Hard to say i’m sorry”, la cual provocó que algunas féminas recostaran sus cabezas sobre los hombros de sus acompañantes.
MARIACHIS METALEROS Y COVERS INNECESARIOS
“Even a fool can see”, al término de la cual se declaró fan de AC/DC: “Sí, Peter Cetera ama a AC/DC, ¿qué le voy a hacer?”; “The next time i fall”, originalmente grabada con Amy Grant, quien fue sustituida para la ocasión por Tania y “Happy man”, transcurrieron afablemente, hasta la extendida presentación de los siguientes cortes:
“Esta es una noche especial, así que, ¿qué vamos a hacer para hacerla más especial?”, se preguntó sobre el escenario, contestándole a sus seguidores: “Vamos a presentarles un par de canciones de Chicago que no cantaba yo, las cantaba mi amigo Robert Lamm y para eso voy a traer a unos invitados especiales”, comentó.
De atrás del escenario surgieron entonces tres músicos vestidos de mariachi, con sus respectivos instrumentos de viento: “¡Los 3 amigos, Hugo, Pedro y Miguel!”, así los presentó Cetera, con todo y apellidos, antes de cederle el papel protagónico de la velada a Kenny Cetera, su hermano.
Su consanguíneo interpretó un medley compuesto por tres infaltables en cualquier show de Chicago: “Saturday in the park”, “Does anybody really know what time it is?” y “Beginnings”.
Tras ese recuerdo que caló hondo entre la fanaticada, llegaron un par de covers que, si bien fueron disfrutados por la gente, eran completamente innecesarios: “Oh! Darling”, cantado por Tania y “Come together”, ambos de The Beatles, interpretado por su guitarrista Chris Rodriguez.
Realmente Cetera no tenía por qué haberse apoyado en Lennon y McCartney. De menos, posee otras dos o tres piezas más de su estadía en Chicago, que le hubiese encantado escuchar a la muchedumbre: “Baby, what a big surprise” o “Wishing you were here”, por ejemplo.
Con “If you leave now”, inició una larga cuenta regresiva hacia la conclusión del recital, alimentada por “Hard habit to break” y “You’re the inspiration”, a cuyo final Cetera y sus músicos abandonaron el tablado.
lo queremos en el moon palace cancun o el coliseo de merida
Buenisimo ojala algun dia desidan tocar con chicago y en la bateria danny sherafine ex miebbro tambien