DISTANTE INSTANTE
Por Tadeo Martínez
BATERÍAS NUEVAS (SIGUR RÓS PARTE 2)
Con el nuevo milenio, la banda encaró un nuevo desafío: se alejaron de cualquier similitud estética con el disco pasado. En el 2002 la banda nos presento el delicioso y ecléctico () un disco muy arriesgado en todos los sentidos, ya que al retirarse de un sonido que ya los tenia posicionados, nos regalaron un viaje en todos los sentidos.
Los pasajes instrumentales dominan el disco casi en su totalidad (desde “Vaka” canción que abre) y nos llevan de la melancolía a la desesperanza, por un túnel donde creemos que jamás volverá la paz (canciones 7 y 8 “Dauðalagið” – “Popplagið”). Es un álbum que no gustó a algunos, pero estas críticas no lo hicieron menos excepcional, este plato tuvo la particularidad de presentarse con los tracks enumerados del 1 al 8 sin título. Más adelante la banda publicó el nombre de las canciones en su página web.
Este plato tan arriesgado y poco convencional es sin duda lo más cercano a una obra de arte. A esto se la añade la inclusión de la canción “Agaetis byrjun” en la banda sonora de la película Vanilla Sky y el grupo ahora si está en boca de todos.
Las presentaciones en vivo eran algo sin igual, con un cuarteto de cuerdas como acompañamiento (Amina) la banda hacia que el respetable viajara sin necesidad de algún psicotrópico (o eso creemos) y de nuevo el mundo fue testigo de sus alcances. Cuando cerraban sus shows lo hacían con las canciones 7 y 8 del disco () ese épico final de la rola 7 y los casi 12 minutos de la rola 8 sin duda son lo mejor que nadie ha grabado en muchos años. No falto el crítico que ya los anunciaba como “la siguiente gran banda”. Ellos respondieron con un tajante “Solo queremos tocar”.
En un lapsus a sus presentaciones, la banda grabo junto a los miembros de Radiohead las piezas para un proyecto de danza llamado Split Sides de Merce Cunningham y se lanzaron por separado. Este disco de 3 piezas que no tienen intermedios (son corridas) se lanzó bajo el nombre de Ba Ba Ti Ki Di Do a finales del 2003.
Ajustada como reloj suizo, la banda entró al estudio Alafoss de Reikiavik y su maquinaria perfecta nos regaló el excelente disco Takk (Gracias) en el 2005 y de nuevo, este álbum juega con nuestros sentidos al obsequiarnos atmósferas preciosistas que coquetean con voces fantasmagóricas y hasta de barítonos.
Algunas de las piezas son algo lentas y extensas con pianos, trompetas y arreglos de cuerdas magníficos. El plato hace su presentación con la bellísima balada “Hoppipolla” (brinca charcos) que cuenta con unos pianos excelentes desde que inicia la canción. Este disco que salió en agosto del año mencionado alcanzo la posición 24 en su primera semana de ventas. En los Estados Unidos vendió la cantidad de 30,000 copias y de nuevo el mundo quería verlos con su nuevo hijo, así que medio planeta y 69 conciertos fueron necesarios para saciar la sed de su fiel legión de admiradores.
Un pequeño receso se tomó el grupo para arreglar su continuidad con su disquera, pero para el 2006 la banda sale de gira para dar varios conciertos sorpresa por toda Islandia. Recorrieron varias ciudades de su país y grabaron en un disco doble llamado Hvarf/Heim (Desapareciendo en Casa), para el 2007 sale un documental de toda la gira que realizo el grupo llamado Heima (Hogar), el cual salió en un formato de DVD más disco.
Este documental contiene canciones que la banda casi no tocaba en vivo más los temas que los lanzaron a la fama. Para la realización de los conciertos, el staff del grupo anunciaba por la mañana que la banda tocaría en una ciudad determinada y corrían la voz por todos lados, pegaban carteles y se les decía que el evento era gratuito. Esto acercó más al grupo con su público, generó empatías que no se veían con nadie más (exacto, ni Björk lo hacía) y el gran cierre se dio en una gruta de la bellísima Reikiavik copada hasta los dientes.
La banda demostró el porqué de una fama bien ganada al interpretar sin complacencias su bella música. México no fue la excepción, pero eso vendrá más adelante.
(Continuará)
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