ST. VINCENT LLEGARÁ A SUDAMERICA EN EL 2015
* Tocará en Lollapalooza Chile, Argentina y Brasil
México, D.F., noviembre 26, 2014 (Universal Music México/ROCKMX). La guitarrista, compositora y cantante norteamericana Anne Erin “Annie” Clark, mejor conocida por su mote artístico de St. Vincent, llegará a Sudamérica el próximo año, para formar parte de las tres ediciones del Festival Lollapalooza en esta parte del continente Americano, los próximos 14 y 15 de marzo (Chile), 21 y 22 de marzo (argentina) así como 28 y 29 del mismo mes, en Brasil.
Annie Clark nació en Tulsa, Oklahoma. Empezó a tocar la guitarra a la edad de 12 años y, en su adolescencia, trabajó como tour manager para su tío y tía, Tuck Andress y Patti Cathcart, del dúo guitarrístico-vocal-jazz Tuck & Patti. Creció en Dallas, Texas y asistió a la Lake Highlands High School, donde participó en obras de teatro y en la banda de jazz de la escuela. Clark fue aceptada en la prestigiosa Berklee College Of Music, en donde estudió durante tres años antes de abandonarla.
Annie Clark tomó el nombre artístico de St. Vincent, de una canción de Nick Cave, la cual se refiere al nosocomio donde falleció el poeta Dylan Thomas. La frase de la composición que la inspiró es la siguiente: “Y Dylan Thomas murió borracho en el hospital St. Vincent”.
St. Vincent ha grabado cuatro álbumes de estudio: Marry Me (2007), Actor (2009), Strange Mercy (2011) y el más reciente disco homónimo St. Vincent (2014). Este último ha causado una buena impresión sobre el trabajo de esta cantautora de 32 años, ya que en ocasiones es difícil que una artista avant-garde se vuelva accesible y más en sus propios términos.
St. Vincent es una favorita de los críticos. Y es que cuando compones, cantas y sobre todo, tocas la guitarra como ella, esto es un hecho. Pero no sólo la crítica especializada la adora, entre sus fans más recalcitrantes se encuentran figuras del calibre de David Byrne, Dave Grohl y Bon Iver, entre otros.
St. Vincent (el álbum) es la proposición más clara y coherente de “Annie” hasta la fecha. Es un álbum homónimo en reconocimiento a la máxima de Miles Davis de que la cosa más difícil de hacer de un músico, es sonar como él mismo. Y ella lo hace. El contenido de esta producción si bien es la más accesible de su carrera, se resiste a las definiciones fáciles.
“Prince Johnny”, es el ejemplo de lo que ella le aporta a una canción de amor. Disfrutas esos 4:13 minutos sin saber para quién es, ni qué sucedió exactamente entre las dos personas.
St. Vincent (la artista) ha visitado México, la última vez para presentarse en el Festival Capital, así como en gran parte del mundo, causando un enorme impacto en quien la vio desempeñarse en vivo, con su expresión en blanco e intimidante, mímica, imitando el boxeo, agachándose, irguiéndose enorme sobre el escenario.
Se espera que, como apoyo a esta nueva producción, exista la posibilidad de su regreso a este país.
“Rattlesnake” es el más reciente sencillo del álbum homónimo de St. Vincent y, a pesar de tener mucha competencia, se puede decir que es la mejor canción del disco. Fue inspirada cuando Annie Clark manejaba en el desierto y decidió quitarse la ropa pero, entonces, se le cruzó una venenosa serpiente de cascabel y decidió regresar a un lugar seguro.
La canción tiene un sonido electrónico que evoca al reptil, sobre todo en la introducción y en sus repeticiones líricas, todas ellas tensas: “corriendo, corriendo, sudando, sudando”. Esta canción es un ejemplo perfecto del talento que ha transformado a St. Vincent de una guitarrista callada en su trabajo anterior, al torbellino escénico que es ahora.
“Rattlesnake’” crece y crece y se las arregla para ser tremendamente pegajosa sin siquiera tener un coro real, entonces rompe en la clase de chillidos, tartamudeos y un solo de guitarra que St. Vincent hace mejor que nadie por el momento. La canción es una demostración fehaciente de la evolución que ha logrado Annie Clark en estos últimos años.
¿Art-rock?, ¿art-pop? Digamos que es una música que no está buscando un corazón, quiere un cerebro y valor, aunque no es música cerebral. En todo caso, es música que no acepta clasificaciones fáciles, requiere atención pero sobre todo, es excelente música, sin fisuras ni en lo melódico ni en lo lírico, dice su compañía discográfica en México.
Imágenes: Cortesía Universal Music México
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